Durante su sabático en Portland State University, gracias una beca Salvador de Madariaga, financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, Isabel Ferrera, una de nuestras investigadoras, ha tenido la oportunidad de regresar al lugar donde comenzó su carrera postdoctoral hace dos décadas. En esta entrada al blog, nos comparte su experiencia científica y personal: el trabajo con microbiología de fuentes hidrotermales, el reencuentro con viejos amigos, y una reflexión sobre los cambios en la ciudad y en el ambiente académico tras los recortes y la pandemia.
A finales del 2004 llegué a Portland, Oregón, con 26 años, recién terminada mi tesis doctoral. Dejaba atrás mi país, mi familia, mis amistades y todo lo que por entonces conocía, para enfrentarme a la incertidumbre y el desconocimiento propios de quien se lanza a lo desconocido. Aquí, en Portland State University, comencé mi carrera postdoctoral y, sin saberlo entonces, el camino profesional que me llevaría al presente, a convertirme en una investigadora consolidada en el ámbito de la ecología microbiana marina.
Este año he regresado, gracias a una beca Madariaga, para realizar una estancia de 4 meses en este mismo lugar que fue tan decisivo en mis inicios, tanto en lo profesional como en lo personal. Regresar con la experiencia acumulada y con nuevas ilusiones es un privilegio, y también una oportunidad para cerrar un círculo personal y académico.
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En el campus de Portland State University, en pleno centro de Portland, Oregón. |