Una semana explorando los microbiomas acuáticos en un planeta cambiante

10 de octubre de 2025

Por Isabel Ferrera y Ana María Cabello, IEO-CSIC

La pasada semana tuvimos el placer de participar en el congreso SAME18: “Aquatic Microbiomes on a Changing Planet”, celebrado en el Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona (PRBB) del 28 de septiembre al 3 de octubre de 2025. Organizado por nuestros colegas del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), el encuentro reunió a investigadores e investigadoras de todo el mundo para debatir cómo los microorganismos acuáticos sostienen los ecosistemas y cómo están respondiendo al cambio global.

Ha sido una semana emocionante e inspiradora, llena de ciencia, nuevas ideas y reencuentros con colegas y amigos de todo el mundo, especialmente de Europa y Latinoamérica. Participar en este congreso nos recordó lo activo y conectado que está el ámbito de la ecología microbiana acuática, y en nuestro caso, de la ecología microbiana marina.

La apertura del congreso nos sorprendió con una de las propuestas más originales del programa: el proyecto artístico-científico Thalastasi, presentado por Vanessa Balagué y Marta Royo-Llonch, del ICM-CSIC, que transforma datos oceanográficos y genéticos en una pieza audiovisual inmersiva. Una muestra de cómo el arte puede ayudarnos a visualizar lo invisible del océano. Si queréis más información sobre esta propuesta podéis pinchar aquí.  

A lo largo de la semana quedó claro que las nuevas herramientas, desde la metagenómica y la metabolómica hasta el machine learning, están revolucionando nuestra comprensión de los microbiomas acuáticos. Nos llamaron especialmente la atención las presentaciones de Anna Mankowski (EMBL), quien identificó rutas alternativas de fijación del carbono en los océanos, y de Mar Benavides (National Oceanography Centre, Reino Unido), que mostró cómo bacterias fijadoras de nitrógeno crean microzonas sin oxígeno en partículas marinas en hundimiento, influyendo así en el ciclo global del nitrógeno.

Ana María Cabello e Isabel Ferrera en la conferencia y foto grupal del SAME18, Barcelona, 2025.

Este congreso también fue especial para nosotras a nivel profesional. Isabel Ferrera tuvo el honor de moderar una de las sesiones orales dedicadas a la Ecología y Diversidad de Virus, un campo emergente que está cobrando gran relevancia y en el que nuestro laboratorio ha comenzado a trabajar.

Además, presentamos los avances más recientes del grupo EPRA-IEO-CSIC. Isabel Ferrera presentó el trabajo “Niche partitioning of aerobic anoxygenic phototrophs across free-living and particle-associated fractions in the Alboran Sea, SW Mediterranean”, centrado en cómo diferentes grupos de bacterias fototróficas tienen preferencia por diferentes nichos en el mar de Alborán. Este trabajo fue liderado por Jorge J. Santos-Bruña durante su estancia en nuestro grupo como Becario JAE Intro. Por su parte, Ana María Cabello presentó la comunicación “Metagenomic insights into the temporal dynamics of prokaryotic functions during environmental disturbances in an eutrophicated coastal lagoon”, que aborda los cambios funcionales de las comunidades microbianas durante episodios de perturbación ambiental en el Mar Menor. Las preguntas y el interés que suscitaron nuestras presentaciones nos dejaron muy satisfechas y motivadas para seguir colaborando con colegas de otros centros.


Pósters de Ana M. Cabello y Isabel Ferrera presentados en la conferencia SAME18.

Más allá de los resultados científicos, la conferencia fue una oportunidad única para fortalecer vínculos y generar nuevas ideas. Las pausas para el café se convertían en tertulias improvisadas, los pósters daban pie a colaboraciones inesperadas y las vistas al Mediterráneo nos recordaban por qué hacemos lo que hacemos.

El mensaje general fue claro: los microbios aportan resiliencia al planeta. Desde el Ártico a la Antártida, sometidos al calentamiento y la contaminación, los microorganismos acuáticos no solo se adaptan, sino que también determinan cómo los ecosistemas responden al cambio global.

Nos fuimos de Barcelona con mucha motivación, nuevas ideas y el sentimiento de pertenecer a una gran comunidad científica.


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