Esta semana ha sido especialmente emocionante para nuestro equipo de investigación. Una vez terminada la mudanza de los laboratorios desde Fuengirola a Málaga, hemos retomado los análisis bioquímicos en el laboratorio con una técnica fundamental en el estudio de muestras biológicas. En particular, hemos realizado la cuantificación de biomasa de zooplancton, midiendo su contenido en proteínas utilizando el método BCA (ácido bicinconínico), una herramienta esencial para analizar los niveles de proteínas presentes en organismos marinos, como el zooplancton, parte fundamental del ecosistema marino.
¿En qué consiste exactamente?
El método BCA es una técnica sencilla y muy útil que nos permite conocer la cantidad de proteína que hay en una muestra, algo clave para comprender la salud y el metabolismo de los organismos que estudiamos. En términos simples, mezclamos nuestras muestras con un reactivo que, al reaccionar con las proteínas, cambia de color verde a morado. Cuanto más intensa es la coloración, mayor es el contenido proteico. Esta intensidad de color se mide como absorbancia a una longitud de onda de 562 nm mediante un espectrofotómetro.
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Nuestros
compañeros, Mohamed y María de la Luz, analizando las muestras de zooplancton
marino en el laboratorio. |
Nuestro análisis comenzó con la preparación de muestras de zooplancton marino, que fueron cuidadosamente procesadas en el laboratorio. A continuación, seguimos varios pasos: mezclamos las muestras con el reactivo BCA, las incubamos para permitir que la reacción ocurriera, y finalmente medimos el resultado. Así, obtuvimos datos muy valiosos para nuestras investigaciones sobre el ecosistema marino.
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Microplaca
de 96 pocillos sobre la bandeja del lector tras medir la absorbancia a 562 nm. |
📊 Del color a los números: ¿cómo sabemos cuánta proteína hay?
Ya sabemos que el reactivo BCA cambia de color cuando reacciona con proteínas, y que ese cambio lo medimos con un espectrofotómetro. Pero… ¿cómo convertimos ese color morado en un número que nos diga cuántos miligramos de proteína hay en nuestra muestra? Aquí entra en juego una herramienta fundamental: la curva de calibrado.
Primero, preparamos una serie de soluciones con diferentes concentraciones conocidas de proteína, normalmente usando albúmina sérica bovina (BSA) como estándar. Estas concentraciones van desde valores cercanos a cero hasta más altos. A estas soluciones estándar les añadimos el mismo reactivo BCA, y observamos cómo cambia el color en cada una. Como es de esperar, a mayor cantidad de proteína, más intenso se vuelve el color morado. Al medir la intensidad de cada uno de estos puntos, obtenemos un valor de absorbancia. Al representarlos en una gráfica (absorbancia en el eje X y concentración en el eje Y), obtenemos una ecuación de referencia que nos indica cómo se relaciona el color con la cantidad de proteína.
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Curva de calibrado para calcular
concentración de proteínas a partir de Absorbancia a 562 nm. |
Una vez tenemos esta correlación, analizamos nuestras muestras desconocidas. Medimos su absorbancia y, usando la ecuación anterior, interpolamos para saber exactamente cuál es la concentración correspondiente. ¡Así es como traducimos un cambio de color en un dato preciso sobre la cantidad de proteínas!
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Microplaca
con los estándares de proteína (de menor a mayor concentración, de izquierda a
derecha, en las tres primeras filas). El resto de los pocillos contienen las
muestras de zooplancton analizadas. |
¡Nuevas caras en el equipo!
Estos análisis han servido para ampliar la formación técnica que está recibiendo en nuestro laboratorio Mohamed Reda Benallal, estudiante de doctorado del INRH y la Universidad Hassan II (Casablanca, Marruecos), gracias a una beca de prácticas MAE-AECID. La colaboración con Mohamed nos aporta una nueva perspectiva y enriquece aún más nuestro conocimiento marino. Esta semana también fue especial porque contamos con la participación de una nueva integrante del grupo, María de la Luz Tovar, cuya energía y entusiasmo son una gran incorporación al equipo. Todo ello supervisado por nuestra compañera Lidia Yebra, investigadora principal del proyecto HPMED, que monitoriza los hábitats pelágicos en el Mar Mediterráneo y Golfo de Cádiz en el marco del Encargo de Asesoramiento Científico Técnico para la Protección del Medio Marino: Seguimiento de las Estrategias Marinas, Evaluación del Medio Marino y Definición del Buen Estado Ambiental, financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).
Mirando hacia adelante 🌊
Esta experiencia refuerza nuestras habilidades en técnicas bioquímicas, y nos permitirá avanzar en la caracterización de la fisiología de organismos marinos. Seguimos con muchas ganas de seguir explorando las maravillas del océano y de compartir nuestros avances.
¡Gracias por leernos y manteneros conectados con la ciencia marina que hacemos en el Laboratorio de Plancton!
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